Limpieza de balines: Sencilla a la par que efectiva.

Autor: Óscar González “Suarpi”


 

  Estimados amigos. Os presento a continuación, para vuestro uso y disfrute, un método sencillo para el tratamiento de los balines. Ya sean estos de los más baratillos o bien sean de los buenos, siempre me ha llamado la atención, al terminar una caja de balines, observar la viruta de plomo que queda en el fondo. Pero aún más me llama la atención ver el color gris de los dedos después de una sesión de tiro.

Os resulta familiar, ¿verdad?. Pero lo que realmente me ha empujado a pensar seriamente en realizarles un buen tratamiento, antes de usarlos, ha sido ver esto:

gamo g-1200

Como puede verse, tras una sesión de tiro quedan múltiples esquirlas de plomo en el puerto de carga y en la zona de depósito de los balines. Nada que no pueda eliminarse con un buen soplado a presión o una limpieza, pero sí bastante para que con el tiempo la acumulación pueda crear algún tipo de mal funcionamiento. Y que vamos, que es asquerosito.

  He leído por ahí algunos artículos sobre el tratamiento de los balines pero, la verdad, he descartado esos procedimientos por largos y tediosos. Sólo aptos para paciencias franciscanas o gente que sólo tenga una afición con la que matar el tiempo. Y como no es mi caso, porque de tiempo siempre ando apretado, he ideado este método que ahora comparto con vosotros.

 

Material necesario

    • Una máquina de limpieza por ultrasonidos (creo que me costó unos 35 €).
    • Un vaso de agua con un chorrito de Fairy.
    • Cera Alex transparente para el tratamiento de suelos (menos de 2 €).
    • Papel de cocina.
    • Recipiente para los balines.
    • Recipiente para la cera.
    • Colador pequeño.
     
Limpiadora ultrasonidos   Encerado de balines

Esta es la máquina limpiadora de ultrasonidos. Aunque parezca de juguete no lo es.

 

Este es el material necesario para el baño de cera.

     

 

Prueba nº1 - Limpieza de una caja de Gamo Match de 250 unidades

  Se echa en un vaso de agua un chorrito de Fairy, como para lavarlo, y a continuación se vuelcan los balines en un pequeño recipiente de plástico.

 

Se sumergen en la máquina de ultrasonidos a la que previamente se le habrá añadido el agua jabonosa. Tras someterlos a dos ciclos de ultrasonidos de 3 minutos cada uno se extraen manualmente por grupos (los que se cogen con los dedos) y se echan en el colador. Se sumergen durante algunos segundos en la cera, para que queden bien impregnados de ella,

 

y se depositan para su secado en un papel de cocina doble, en el que permanecerán toda la noche para secarse del todo.

¡Se acabó el proceso!... Para los que empiezan a interesarse por el resultado, así quedó tanto el agua como el recipiente tras la limpieza con los ultrasonidos:

Residuo balines

 

Prueba nº2 - Limpieza de una caja de Solognac de 500 unidades

  Se realiza a continuación el mismo procedimiento con otra marca, y con el doble de balines. Este es el sorprendente poso sólido después del lavado de la segunda prueba.

 

Tras recoger y plastificar al vacío el poso de ambos lavados, así como el que queda tras filtrar la cera, éste es el pesaje del residuo:

 

El peso del plástico es de 4'5 gramos, mientras que el del plástico con los residuos es de 5 gramos. Por tanto, el peso del residuo es de 0'5 gramos. Pero como mi balanza no anda muy precisa con las décimas de gramo, he aquí otra prueba del pesaje:

Puesto un plástico cerrado y vacío en la balanza, con un peso de 4'5 gramos, y añadido otro plástico de igual peso con el residuo, la balanza pasa de 4'5 gramos a 10. Como la suma del plástico sería 9 gramos podemos asignar el 1 gramo al peso del residuo.

  A falta de que alguien lo pese con la debida precisión, creo que puedo afirmar que de 750 balines tratados el peso del residuo está entre medio gramo y un gramo. Quiero que veáis con atención el residuo:

 

Procedimiento resumido

Paso 1:
  Inmersión de los balines en una pequeña lavadora por ultrasonidos durante 6 minutos, con un pequeño chorrito de Fairy (dos inmersiones de tres minutos).

Paso 2:
  Rescate manual de los balines de la máquina de ultrasonidos e inmersión de cada par de puñados en un bol con cera para suelos Alex incolora. Se sumergen en la cera con un colador, se menean un poco y se sacan.

Paso 3:
  Se escurren un poco para que no goteen y se pasan a un papel de cocina doble para que se sequen. En él se quedaran secando hasta el día siguiente.

 

Resumiendo

  • Los balines quedan protegidos por una pátina uniforme de cera de suelos que los protege del desgaste y del óxido.
  • La pátina es tan pequeña, micrométrica, que casi no afecta al calibre, al menos en lo que yo he medido con un calibre mecánico (faltaría la medida digital, pero a ver quien la toma sin afectar a la forma del balín).
  • La operación en total no conllevó más de 15 ó 20 minutos, y la podía haber hecho para varios miles de balines en ese intervalo.
  • El coste de los materiales es realmente ridículo comparado, al menos, con lo que nos gastamos en otras cositas que todos sabemos.
  • El aspecto de los balines es limpio y brillante; sorprendiendo bastante a los que los han visto.

Dedos limpios, balines protegidos sin necesidad de lubricante, y nuestras carabinas nos lo agradecerán. Queda dicho...

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