Cometa Fénix 400 Field Target Edition

Autor: Diego Sánchez “Tanner”


 

  Bueno, tras horas y horas de trabajo, aquí está la culata para field target que me he currado este agosto. Partimos como base de una culata de Fénix 400 estándar y la modificaremos para adaptarla al field target. Además le he añadido unas tallas simulando fuego, con una talla principal en el centro del arma de un ave Fénix saliendo del fuego; como sabemos el Fénix es el ave que resurge de sus cenizas.

Cometa Fenix 400

Intentaré explicar el proceso con pocas fotos de las 200 de todo el proyecto que poseo, entre una cosa y otra hay muchas horas y detalles a tener en cuenta. Las principales modificaciones son:

     
CULATA:   • Añadido de carrillera ajustable artesanal, tallada en forma de rombos, simulando fuego.
• Añadida seta ajustable y ergonómica, para agarrar de pie o apoyar en rodilla, con base antideslizante.
• Tallado del guardamanos con un picado de rombos más profundo, para evitar resbalones con el sudor.
• Tallado en el extremo de la culata simulando fuego, con picado de rombos profundo, que sirve para asir mejor la culata atrás con la mano libre si hacemos bench-rest con apoyo delantero.
• Tallado de la empuñadura, eliminando el antiguo picado.
• Lijado y barnizado con un nuevo tono más agradable, en mate (eso dice la lata).
     
CARABINA:   • Muelle nuevo.
• Eliminación de guión para fijación de alza y punto de mira.
• Añadido de bocacha de acero inoxidable.
     
VISOR:   • Tasco 10-40x50 con nuevo reparalaje, a menor distancia.
• Rueda original modificada y pulida.
• Nueva modificación del parasol, recorte para usar y cargar cómodamente al quebrar.
• Soporte para nivelar visor.
• Soporte para fijar rueda de paralaje para evitar daños en caídas.
     

Aquí tenemos en detalle el tallado de la carrillera en forma de llamas. Es más suaves, no tan “picudo” y cómodo en el contacto con la cara. Las guías son barras de aluminio que se introducen por un tubo de aluminio que va por el interior de la culata y está fijado en la pieza móvil. Afortunadamente coinciden el diámetro exterior de la barra y el interior del tubo. Si os fijáis en la pieza de arriba se ve asomar parte del tubo rodeando la barra, que sirve de tope al tocar la base, en la posición más baja de la carrillera.

Carrilleta Cometa Fenix 400

 

Carrilleta Cometa Fenix 400

Para fijar la carrillera a la altura se utilizaron unas “tuercas embutibles”. Son de latón, tienen una rosca exagerada y profunda por el exterior (broca de 14mm), y para colocarlas llevan una ranura, aunque yo recomiendo, para alinearla mejor, meterle un tornillo de cabeza hexagonal y roscarla con una llave de carraca. Para evitar que el tornillo se introduzca al apretar usaremos una tuerca apretada a “contratuerca”.

Cuidado al introducir estas tuercas: pueden arrancar el borde exterior del agujero. Hay que apretar bien fuerte hacia dentro, a la vez que giramos.

Por el centro esta tuerca lleva una rosca métrica, en este caso de 8, por la que introduciremos un tornillo prisionero. Este tornillo es como uno normal pero con la cabeza cortada, y en su lugar el espárrago tiene un “agujero” para una llave allen. Tras visitar un montón de ferreterías en Huelva parece que soy el único ser humano que sabe lo que es, así que de momento le corté la cabeza a un tornillo y le hice una ranura con una hoja de sierra, una solución no tan bonita aunque igualmente eficaz. La barra de aluminio es muy blanda, por lo que si apretamos fuerte el tornillo se marca en la barra. Esto es malo porque queda feo, pero muy efectivo porque el tornillo nunca resbalará sobre la guía. La mancha que podemos observar es un “defecto” de la madera; es un nudo en formación (en haya) y una culata de madera de calidad no lo tendría (aunque también costaría mucho más).

  Detalle del guardamanos. En los dibujos previos los picados eran mucho más bonito y más detallado el fuego, pero había que hacerlos redondeados para que sea cómodo a la mano. Al agarre es extraordinario y muy cómodo. En la foto con las sombras apenas se aprecia la forma perfecta de los rombos, que me llevó horas y horas realizar.

Cometa Fenix 400

Para las sombras no utilicé betún de judea, sino que teñí la culata entera con tinte al agua ya preparado, color cerezo oscuro de la marca Liberon, dando varias capas de las que la madera únicamente absorbe la primera. Después con un paño mojado en tinte se retira todo el tinte (limpia) y el sobrante cae en las rendijas, dejando un tono unificado. Posteriormente lo barnicé a pulverizador con barniz mate; lo de mate es un decir porque probé con un barniz satinado y dos mates de Xilacel y Bruger que brillan como soles (estos fabricantes no saben hacer barnices mate). Tuve que lijar posteriormente con un Scotch-Brite para matizarlo un poco.

  Otro detalle interesante: la seta. Está realizada de un trozo de haya comprada en una carpintería. En ese trozo grande se realizarán pruebas de tallado y tintado previos a la aplicación en la culata. El sistema de sujeción de las barras a la culata lo podréis ver más adelante, pero os puedo asegurar que sólo con la barra de atrás es suficiente. Por el interior la seta lleva un tubo de aluminio, que hace de camisa, agujereado a la altura de los tornillos prisioneros. Las tuercas embutibles son más pequeñas pero iguales a las de antes. Se acortaron con un esmeril por tener menor fondo para introducirlas. Sin ranura, se las metió con el método de contratuerca que comenté antes. La forma, altura y posición de la seta fue muy estudiada previamente usando un trozo de aislante, del tipo que se corta fácilmente con un cúter (más tarde hay foto), pegándola al arma con cinta de carrocero y probándola en la posición FT. Aquí el tallado de rombo es fundamental pues el arma se resbala al agarrar de la seta en posición de pie.

Seta Cometa Fenix 400

Hacerle una seta a un arma futurista es fácil, pero hacerla acorde con un arma clásica no lo es tanto. Yo creo que lo he conseguido, intentando primar la utilidad sobre la estética. Con la seta plegada al mínimo le faltan 10mm para llegar a tocar la culata, así queda mejor y da algunos milímetros más para sacarla al máximo, que es como yo la necesito a causa de un problema de espalda. Acabo hecho polvo al rato de estar agachado, por lo que la seta alta es fundamental para mí. ¡Mi espalda me lo agradece enormemente!.

  Del visor qué vamos a decir: la rueda es la original y estoy también en vista de un artículo de cómo la modifiqué. Me he permitido hacer unos añadidos de aluminio partiendo de un perfil rectangular. El posterior está claro que es para nivelar la retícula. El otro es una especie de guía para que la rueda apoye en tres puntos (guía y los dos espacios laterales entre las uniones de sujeción del visor). De esta manera, si se cae, tiene más puntos de apoyo y no fuerza el eje de la rueda de paralaje.

 

Así se hizo

  Empezando por el principio y resumiendo en pocas fotos. Partimos de la culata original de una Fénix 400 a la que desmontamos todo menos la cantonera de goma (hasta el último momento) no sea que se golpee y se quede marcada. Al elegir los dibujos, conseguido por internet o en libros (lo ideal son fotos de tatuajes), hay que tener en cuenta no hacerlos demasiado complejos pues luego siempre se pierden detalles en la madera. Pegamos cinta de carrocero y calcamos, o pintamos con un bolígrafo sobre ellos, para marcar los dibujos en ella; lo haremos por ambas caras bien alineadas. Después con un dremel y una punta muy afilada lo marcamos levemente con mucho pulso y paciencia.

A partir de ahora, para darle profundidad, utilizaremos fresas pequeñas para hacer un surco en la madera dibujando el contorno por fuera. Con objeto de dar profundidad yo realicé un surco con gubia y otro con fresas de la dremel, y recomiendo el método de la dremel aunque alguna gubia ayuda, pero es más fácil que se te escape. Una vez que el surco tiene profundidad procedemos a rebajar eliminado material por el lado exterior del contorno haciendo una especie de valle; para ello utilizaremos un formón pequeño o un gubia curva muy pequeña. Repetimos este proceso varias veces para dar mucha profundidad y relieve. Para el fondo podemos usar una fresa en forma de bola que lo dejará redondeado. Para hacer esto hacen falta muchas horas y fresas de madera. Usaremos lija de madera y lija en esponja para dar el acabado.

Tallado madera   Cometa Fenix 400

  En el guardamanos hacemos lo mismo, con la diferencia de que una vez profundizado varios milímetros el contorno debemos rebajar con un formón la zona donde haremos el tallado de rombos. Procederemos desde el borde que acabamos de hacer hasta unos 15 ó 20 milímetros, pero en sentido contrario (contra el borde) pues así conseguiremos el efecto óptico de que esa parte está como hundida (le falta madera). Para hacer esto, con la seguridad de no pasarnos con el formón, vaciaremos con movimientos mini-circulares desde un lado al otro, dejando los recovecos para la dremel o la gubia. Empezamos por la derecha y seguiremos hacia la izquierda, quitando poco a poco en cada pasada. Luego nivelamos y redondeamos con lija.

  Para hacer el picado primero marcamos unas líneas maestras y con un cartón trazamos líneas paralelas en un sentido y en otro de manera que dibujen rombos. El trazado debe ser perfecto pues al mínimo error nos saldrán unos rombos demasiado pequeños y el resultado quedará fatal. Marcado todo el hueco, con un cúter marcaremos con fuerza sobre las líneas de lápiz; en dos pasadas perfectas sobre la línea, y haciendo el mismo surco en todas las líneas (usar cuchillas nuevas y sacar poco la punta), y desde los bordes hacia adentro para no pasarnos. No apretar en exceso y no dar más pasadas o el rombo saltará de la madera, y si esto ocurre pegarlo con una mini-gota de cola de carpintero (nunca Loctite -no chupa el tinte-). Ya marcada toda la pieza con el cúter, imaginad que tenemos que hacer una pirámide vista desde arriba. Con un formón, y en paralelo con las líneas, cortaremos desde la mitad del rombo hacia la raya del cúter. Cortaremos una mini-esquinita en cada rompo, haciendo líneas y primero todo para la izquierda y después para la derecha, hasta que en vez de ver un rombo plano lo veamos de pico.

Picado culata

Decir que la astillita a quitar es muy pequeña; pensad que a cada rombo hay que darle cuatro cortes. Una vez terminado daremos un montón de pasadas de repaso para que todos los piquitos sean iguales, lo que a mí me llevo semanas. Recomiendo encarecidamente practicar mucho en un trozo de madera aparte. En la siguiente foto podéis ver con más detalle la profundidad, nitidez y forma del ave Fénix así como el tallado de diamante.

Picado culata

  Cortar la culata es la parte más complicada de todo el proyecto: se requiere una precisión extrema. Marcaremos la pieza, perfectamente a nivel, fijándonos en la línea del corte por fotos de la culata original de la Cometa Star. ¡Aquí llega el momento más difícil!. Sujetaremos la culata en un soporte bien fijo, colocando telas, goma, cinta o lo que sea para evitar marcar la madera, lo cual es muy fácil. Importante: al principio usaremos hojas de sierra en miniatura para bricolaje (son para sierras más pequeñas) y con ellas haremos los inicios y curvas. Para la zonas rectas recurriremos a hojas para hierro (todas ellas serán completamente nuevas). Tened preparadas varias sierras, pues alguna caerá, y colocad los dientes de la hoja hacia atrás, así será más difícil romper la hoja.

  Carrillera culata

Debemos de tener en cuenta varias cosas:

  • Si nos detenemos mucho en un punto haremos un corte más ancho (un surco en ambas partes).
  • Si no hacemos los comienzos con decisión estos no serán limpios.
  • Si sólo nos concentramos en la línea de un lado en el otro podemos quedarnos altos o bajos.
  • El comienzo de un lado y otro tienen que coincidir a nivel perfectamente.

Antes de asustarnos revisaremos bien las marcas en la cinta de carrocero y comenzaremos cortando sin miedo con la minisierra, como quede (si dudamos el inicio del corte quedará mal pues la sierra apenas comerá). Haremos un surco de un centímetro y meteremos la sierra grande con mucho cuidado de que no resbale al comienzo, pues es más ancha. Cuando se llegue a una curva usaremos siempre la sierra pequeña. La manera de cortar es muy importante. Será en vaivén. Es decir, adelante y atrás pero no en recto (perpendicular) sino cortando un poquito en diagonal hacia la izquierda, un poquito en recto y un poquito hacia la derecha. De esta forma no daremos muchas pasadas en la misma zona y no dejaremos un corte ancho. Recordad que estas hojas comen muy poca madera, así que nos llevará horas y sudor. Cada muy poco revisar el alineado con las líneas quitando la cinta cortada. Comenzad por el lado más cercano al gatillo y cortad hacia atrás. Una vez cortada, alisar la pieza móvil (frota que te frota contra una hoja de lija). A la parte fija darle con una lima suave y lija procurando quitar el mínimo material posible; aun así nos llevaremos unos 3 ó 4 mm de madera en total (entre los casi 2 mm que se lleva la sierra y 1 mm mínimo por cada pieza) por lo que al cerrar tocando las piezas no quedará perfecto y siempre tendremos que dejar un hueco.

  Para alinear los taladros marcamos una línea en el centro de ambas piezas. En la culata clavaremos unos clavitos finos en el lugar donde estarán los centros de las guías y cortaremos sus cabeza con un alicate dejando asomar unos 2 mm. Ponemos la pieza móvil encima, la alineamos centrándola bien y apretamos: así quedaran marcados los centros en ella. Después sacamos los clavitos.

Taladramos perfectamente en vertical usando una boca pequeña (5mm) que iremos sustituyendo por otra mayor hasta llegar a la última (12mm en la culata y 13mm en la parte móvil). Para conocer el diámetro exterior del tubo, la profundidad y el grosor necesitaremos un calibre o pie de rey. Como decía, para saber la profundidad mediremos la culata, teniendo en cuenta el grosor del tubo, y marcaremos la longitud de la profundidad máxima en la broca con cinta de carrocero.

A esa marca no llegaremos nunca taladrando (margen de seguridad).

Al taladrar con brocas cada vez más grandes podemos ver si el agujero nos está quedando torcido y podremos corregir con la siguiente. Ojo con la profundidad, sobre todo en el lado más delgado; poco a poco mediremos con el calibre y en caso de duda pararemos. Si disponemos de un taladro vertical, como en los talleres, todo lo anteriormente hablado sobra.

  Para hacer los agujeros laterales para las tuercas embutibles utilizaremos una escuadra para alinear los centros. Introducimos el tubo-camisa, en el cual hemos comido un trozo que enfrentaremos con el agujero para la tuerca.

Carrillera ajustable

Observad la separación mínima de la carrillera plegada. Para que quedara así, en la pieza superior realicé un taladro algo más grande que el tubo de aluminio y pegué un trozo de tubo de aluminio a la madera con Nural sobresaliendo de ésta 4mm (usar el mínimo de pasta imprescindible pues cuesta mucho quitar el sobrante). Por este tubo se introducen las barras-guía, previamente medidas y cortadas, teniendo en cuenta lo que entran en la madera, a lo que hay que sumarle los 4 mm de separación y lo que entran en la pieza móvil, y quitándole 2 mm para dejar hueco y que no toque antes en el fondo.

Carrillera ajustable

Se pegan con Nural 21 (usar muy poco y limpiar bien el sobrante). Es importante que una vez secas queden bien alineadas, lo que habrá que ir comprobando según se vaya endureciendo el adhesivo. Al bajar la pieza móvil primero toca en el tubo que envuelve a la barra-guía. En la fotografía tenéis la carrillera terminada. También se ve que los rombos son casi planos para no rasparse la mejilla con el culatazo.

Carrillera ajustable

  Recurrí a un método diferente para los agujeros de las barras de la seta. Primero se taladra verticalmente apoyando bien la culata y teniendo presente que tiene forma de cuña hacia la punta y el efecto óptico puede hacer que inclinemos el taladro. Taladramos una marca con una broca fina (3mm) y luego metemos la grande directamente. Mucho cuidado con la profundidad, poner siempre cinta como tope y taladrar muy despacio. Observad que la parte posterior tiene mayor profundidad mientras que la delantera apenas tiene porque por dentro está inclinada. Metemos los trozos de tubo de aluminio y los pegamos con adhesivo de contacto, o Nural, y limamos y lijamos el conjunto completo. Luego, en el centro, metemos un taladro del grosor del tornillo que meteremos por el otro lado. Por el otro lado avellanamos la madera con una broca del tamaño de la cabeza para que los tornillos no rocen con los mecanismos. Lo haremos con la broca en la mano.

Seta culata  

Se cortan unos trozos de barra un poco más largos de la cuenta y taladramos perfectamente en vertical lo más profundo posible (de 2 a 2’5 cm). Posteriormente les pasamos un macho para hacerles una rosca (el aluminio es blando, así que no hay problema). Hacerlo con un poco de aceite y roscando para adelante y para atrás; no hacer la rosca del tirón. Ante todo hay que vigilar hacerlo bien alineado y en vertical. Luego se atornillan con los tornillos, con lo que de la culata sobresaldrán dos barras que marcaremos, desmontaremos y cortaremos, limaremos y puliremos con una lija de esponja dedicada sólo para este trabajo.

  En un taco de madera marcamos la forma de la seta que hemos visto que funciona y cortamos con una sierra de madera. Usando las técnicas ya mencionadas (un tubo como camisa por el que se desliza la guía hasta abajo, picado de rombos, limas redondas y planas, fresas redondeadas para el contorno del picado, etcétera) perfilamos la seta. Por el lado opuesto pues lo mismo: tuercas embutibles pero más pequeñas (de 12mm de diámetro), tornillo prisioneros de métrica 6, y mucha lija.

Seta culata   Seta culata

En la base, y con ayuda de formones, se vacía un hueco de 1mm de profundidad en el que fijaremos con pegamento de contacto una goma en forma de “almenas” para que no se resbale al apoyarla en la rodilla. En la foto la seta está totalmente plegada.

Seta culata

  En las fotografías en las que aparece la culata barnizada el tono no es el real: parece nogal pese a que es más bien color cerezo (eso pasa por hacer fotos en interiores). El tono real es más bien este:

Cometa Fenix 400

En las fotos se ve con un fondo muy oscuro, sucio y difuminado, cuando lo cierto es que el tallado queda perfectamente definido; todos los rombos igualitos, con su forma de pico, todos los fondos pulidos, sin marcas, todos los bordes redondeados... En fin, son muchos pequeños detalles que sólo el “currito” de la madera aprecia mientras escrutina la pieza en busca de fallos (deformación profesional).

  Bueno, aquí tenemos un breve resumen del proyecto. Espero que, aunque sea por encima, comprendáis cómo realice la culata de la Fénix 400. ¡A inspirarse!...

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