Curso de Field Target

Autor: Carlos M. “Charly”

 


 

 

 

 

23. ¿QUÉ ES FÁCIL/DIFÍCIL?

 

   A priori no es tan fácil contestar a esta pregunta sin hacer antes algunas matizaciones. La dificultad en un recorrido de Field Target no lo podemos calificar únicamente por los resultados obtenidos al finalizar la competición, puede ser fácil o difícil dependiendo de dos factores fundamentales:

    • El nivel técnico en general de los participantes.
    • La climatología prevista.

 

Supongamos un recorrido recto en un escenario llano, como un campo de fútbol, con todos los blancos orientados en el mismo sentido. En un caso, podrían estar el 90% de ellos a más de 40 metros y sin embargo sería definido como muy fácil si tan solo los tiradores tuviesen nivel técnico medio y no hay viento o es de intensidad muy baja pero constante. En el otro podríamos tener el 90% de los blancos por debajo de los 40 metros y participantes con un gran nivel, pero viento con ráfagas fuertes que cambian continua y arbitrariamente de sentido e intensidad. En ambos ejemplos el número de aciertos podrían ser similares, pero el nivel de dureza es muy diferente. Es por ello que para hacerse una idea de qué dificultad tiene una competición, se han de  tener en cuenta ambos factores.

 

El nivel técnico de los participantes viene dado por un conjunto de cosas:

    • El tipo de arma, visor.
    • Su conocimiento y manejo de ambos en distintas circunstancias.
      • Datos de la curva de caída y cómo compensarla con distintos ángulos.
      • Dominio de la telemetría.
      • Dominio de las posturas forzadas.
      • Dominio de las posiciones de tiro en condiciones de orografía adversas.
      • Otros complementos auxiliares.
    • Conocimiento del viento, su comportamiento y cómo compensar sus efectos.
    • El estado de forma o la preparación física.
    • La experiencia en las competiciones locales organizadas dentro de su entidad.
    • La experiencia en competiciones de otros clubs (a nivel nacional, internacional, etc.)
    • El control de los factores psicológicos.

En competiciones locales de liga de FT, o Hunting, los tiradores tienen en su mayoría índices de aciertos alrededor del 50 ~ 60% en Pistón y un 75 % en PCP, para una dificultad entre moderada y alta. Por ello, lo más habitual será encontrarte con un grado de dificultad más bien fácil, no necesariamente se utilizarán todos los reductores o existirán todas las calles de postura forzada, estas cosas son una opción, no una obligación.

Basándonos en el reglamento del 2013, por ejemplo, para un total de 40 blancos podrían utilizarse sólo 10 con reductores, de ellos, los de 15 mm colocados a un máximo de 20 m y los de 25 mm a un máximo de 35 metros, si están colocados sólo 10 blancos por encima de los 40 metros, nos aseguramos una competición con un índice de dificultad de nivel medio si las condiciones meteorológicas son favorables.

La presión psicológica en las grandes pruebas es suficiente para que los tiradores hagan menos puntos que si se tratara de cualquier otra tirada.

Los factores climatológicos juegan un papel importante y decisivo en gran cantidad de ocasiones. Lluvia, frío, calor, luminosidad (sombras, contraluz...), humedad y sobre todo el viento y sus particularidades (su intensidad, si es constante o racheado, el ángulo de incidencia, si afecta en parte o en toda la trayectoria, si hay vientos cruzados...) serán fundamentalmente los que determinen la dificultad y deben tenerse muy en cuenta. También son gravemente injustos, puesto que no afectan en ocasiones igual a todos los participantes. En ocasiones te verás favorecido, otras perjudicado, esto es así y debes asumirlo como tal.

 

23.1 Los Troyers.

 

   La dificultad de un recorrido realmente no se puede cuantificar de una forma exacta. Algunos factores como la distancia y el diámetro de la zona de muerte se pueden medir, modificadores globales como las posturas forzadas pueden tener un valor corrector como dificultad añadida, sin embargo el viento, una baja luminosidad o un contraluz, el ángulo de tiro... son otros factores a los que difícilmente se les puede dar un valor matemático, por cuanto su influencia en el grado de dificultad es distinta según las circunstancias. Por ejemplo, si el disparo se ha de realizar en un plano inclinado, es más fácil derribar un blanco colocado en alto con una inclinación de 45º que otro con sólo 20º, puesto que en el primero el tirador puede tumbarse boca arriba con el saco en la espalda en una posición muy estable y cómoda. En caso de viento puede que éste sea débil, constante y uniforme, pudiéndose compensar de manera sencilla, o fuerte y muy racheado, o que existan varios flujos en sentidos opuestos a lo largo de toda la trayectoria, etc., disminuyendo notablemente las probabilidades de conseguir un disparo certero. 

Hace unos cuantos años, pese a todo esto,  un ingeniero de software americano y muy aficionado al Field Target, Bradley Ray Troyer, realizó una sencilla hoja de cálculo para planificar las competiciones (actualmente la sigue manteniendo en su página, junto con otras herramientas que ha desarrollado y algo de información: http://www.airguns.net/). Partiendo de unos factores medibles añadió varios modificadores y de alguna manera les asignó unos valores para corregir la dificultad. Este sistema se popularizó en determinados círculos y el resultado numérico calculado pasó rápidamente a llamarse Troyer en honor a su autor. Así pues, el “Troyer” es una medida que indica de forma orientativa el grado de dificultad de un recorrido. El resultado es la media aritmética de los datos obtenidos para cada blanco individual, que se calculan midiendo la distancia entre el puesto de tiro y el blanco en yardas, dividiéndola por el diámetro de la zona de muerte en pulgadas y multiplicando por unos factores de corrección que, de alguna manera muy subjetiva subsanan las diversas circunstancias especiales mencionadas antes. El número obtenido nos indicará:

 

Grado Troyer: Dificultad:
<19 T FÁCIL
≥19 T y <29 T  MODERADO
 ≥29 T y <40 T  DURO
 >40 T EXPERTO 

 

Los factores de corrección son: De pie x2, de rodillas x1½, si hay viento o está colocado muy alto/bajo o da el sol de cara o está en una zona muy oscura x1¼, más de 36 metros x1. Puede haber múltiples factores combinados, tales como viento, posición forzada de rodillas y más de 36 metros; el factor de corrección sería el producto de los factores propios de cada circunstancia, siendo 1’25 x 1’5 x 1’15 = 2’109. Un blanco con una zona de muerte de 40 mm (~1’5 pulgadas) a 36 metros (~ 40 yardas), de rodillas, y bajo condiciones de viento tendría un grado de dificultad de: (40 / 1’5) x 2’109 = 56’25 Troyer, considerándose un tiro muy difícil.

 

23.2. Diseño de un recorrido.

 

   Desde el punto de vista del grupo de personas que diseña y monta los recorridos de las competiciones, su reto es encajar una combinación de los blancos existentes con la variación de distancias y circunstancias que alteren su dificultad, siendo su objetivo primordial, en este contexto, lograr que un tirador con un bajo nivel derribe un porcentaje satisfactorio de blancos y otro de máximo nivel no los derribe en su totalidad.

En muchos clubs ingleses o americanos rara vez se mueven las posiciones de los blancos, pero como hay una cantidad mayor de los necesarios para la competición, se seleccionan para variar la dificultad del recorrido, cambiando la colocación de la línea de tiro y el recorrido en sí mismo.

Un recorrido demasiado duro no es muy divertido para la mayoría de los participantes (digamos más de 45 Troyer de dificultad media). Del mismo modo, demasiado fácil (digamos 18T de promedio) no es muy divertido para los mejores tiradores. La solución habitual y a la que tendrás que enfrentarte, es una distribución de dificultad con un promedio de aproximadamente 25 a 35 Troyer, siempre tendrás algunos blancos muy fáciles y alguna calle que será más difícil (>40T). No es necesario colocar un montón de blancos muy difíciles para separar los resultados de los mejores tiradores, realmente la clave que determina la verdadera dificultad es la variedad. Los recorridos más difíciles no son los que tienen los blancos más lejanos, ni en los que todos son disparos hacia arriba, tampoco que las forzadas sean muy lejanas. Los más complicados se definen por una variedad continua tanto en la orientación de los disparos, diferencias en las distancias y tamaños de la zona de muerte, cambios continuos en la orografía, el cambio de iluminación de un blanco a otro, así como la ruptura continua de la posición de disparo. Por otro lado, de lo trabajado que esté el diseño dependerá en muchas ocasiones que los aficionados estén más motivados a participar en la siguiente competición.

Los factores climatológicos son las variables más difíciles de predecir y controlar, tanto para el equipo de montaje como para los tiradores, por lo que pocos días antes de la prueba deberás consultar la previsión meteorológica para tenerla en cuenta cuando estés en el campo de tiro localizando y marcando la posición donde irán los blancos, o bien, si participas como tirador, para llevar el equipo adecuado y una preparación sicológica adecuada.

En el montaje de blancos, si la predicción es adversa con ráfagas muy fuertes de viento o posibilidad de lluvia, se pueden adelantar los blancos o aproximar los puestos de tiro, quitar los reductores, disminuir el número de blancos lejanos, etc. Los diseñadores de campo tienen que conseguir que los tiradores disfruten, ya llegará el momento en el que la mayoría de los participantes sean tan buenos tiradores que sean capaces de derribar los blancos en medio de un vendaval.

Los siguientes circuitos son un gran ejemplo de algunos de los más complicados pero que a su vez además son muy equilibrados, veamos también a qué ámbitos van destinados:

 

Open de La Cabrera. (AZCFT).

 

La mayor parte de tiradores que concurren son nacionales, de todos los clubs de España, junto a tiradores de Portugal, en el que sobre todo hay aficionados de nivel competitivo medio, con un pequeño tanto por ciento de tiradores de muy alto nivel.

la Cabrera

En colores, distintas líneas y recorridos de tiro.

 

Dispone de unos 200 puntos fijos para el montaje de blancos, la mayor parte de ellos en plena roca y la posibilidad de configurar múltiples recorridos.

Gran parte de los blancos están a distancias inferiores a los 40 metros y ángulos de corrección de altura inferiores a ±10º considerándose prácticamente a una altura similar a la del puesto de tiro, los menos hacia abajo, con ángulos de hasta 30 grados, pero se cubre todo el margen de distancias, desde el mínimo hasta el máximo y se suelen colocar todos los reductores que permite la reglamentación. La línea de tiro puede adoptar diversas configuraciones, incluso forma de “U”. Cada edición aumenta un pequeño peldaño el grado de dificultad.

Lo que lo hace tan especial es su estudiado diseño, la integración en el medio y su particular orografía, al encontrarse en la Sierra Norte de Madrid en una zona elevada (1050 m de altitud), es rara la ausencia de viento, siendo muy complicado observar ciertos indicadores que faciliten su corrección por ser predominante la vegetación baja y rocas graníticas, que tapan la acción del viento o lo aceleran al crearse embudos entre desfiladeros, rocas y matorrales, cambiando de dirección e intensidad a lo largo de los recorridos. Se caracteriza por la dificultad técnica y dominio del viento.

 

Open de Euskadi (AFTE).

 

Se define por ser una competición internacional en la que participan tiradores de toda Europa, con todo tipo de nivel competitivo, pero un grupo importante de alto nivel, en el que se despliegan grandes medios y protocolos que afectan psicológicamente a los tiradores poco experimentados.

Se compone de tres áreas planas de hierba separadas por fuertes pendientes y arboladas a su alrededor, a semejanza de las terrazas de cultivo. Al encontrarse principalmente en el vértice de una cuña, sus ⅔ partes están flanqueadas por zonas más elevadas, lo que amortigua bastante el viento en superficie con respecto al que puede apreciarse en las copas de los árboles.

El recorrido se dispone en líneas con diferentes orientaciones y planos. En dos de las líneas suele haber un continuo cambio de inclinación hacia arriba y hacia abajo, dispuesto en un circuito en zigzag con posturas forzadas configuradas de tal forma que rompen la adaptación del tirador a la posición de tiro: De pie hacia abajo, libre hacia abajo, de rodillas hacia arriba, libre hacia arriba, libre hacia abajo, rodillas hacia abajo, libre hacia arriba, de pie hacia arriba... Además se incluyen blancos en zonas boscosas cerradas y oscuras, con carteles señalizadores a distancia distinta que la del propio blanco impidiendo el cálculo telemétrico sobre ellos, así mismo las  transiciones de una línea a otra se realizan subiendo por una pendiente, etc. Todo ello junto y  aunque los reductores no llegan al máximo de los permitidos y a pesar de que la mayoría de los blancos están  por debajo de los 40 metros, lo convierte en extremadamente técnico. 

 

 

23.3. Qué esperar en una competición.

 

   Es muy difícil que alguien falle todos los blancos, raramente alguien se va de vacío en cualquier competición. Probablemente aciertes alrededor del 15~20% o así al comienzo, pero deberías avanzar hasta cerca del 50% (para PCP) bastante rápido, una vez que vas conociendo tu equipo (arma + visor + balín) y adaptándote a una posición de tiro más cómoda y estable. Después de un par de años o así, es muy probable que aciertes un 75% aproximadamente. El último 25% depende de cómo de serio te lo tomes.

Lo bueno es que la diversión comienza desde el primer momento. Habrá muchas personas hablando, especialmente los tiradores que no estén disparando. Pienso que aprender a mantener la concentración es parte del juego. Nadie tratará de distraerte intencionadamente, pero es muy fácil participar en cualquier conversación (incluso si sólo escuchas) y entonces llega tu turno (lo he visto y hecho muchas veces en las competiciones), debes abstraerte totalmente, centrándote en observar las condiciones del entorno y en realizar un buen disparo.

  

 

 

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