Curso de Field Target

Autor: Carlos M. “Charly”

 


 

 

 

24. EL VIENTO (1ª parte).

 

   La balística puede hacer un buen trabajo prediciendo la trayectoria del balín. Las armas buenas disparan a una velocidad constante de forma habitual. Cada balín puede variar de peso, pero es muy similar en la mayoría de los casos. La altura del visor no va a cambiar. Así, las grandes cosas que pueden afectar a la trayectoria del balín están “bajo control”, pero como todas las competiciones de Field Target se hacen al aire libre, muchas veces las condiciones climáticas se convertirán en un oponente temible. El sol, la lluvia y el viento muchas veces condicionan al tirador para lograr un buen resultado. Cuando dominas técnicamente la posición y dispares con carabinas y balines de probada precisión, el mayor desafío que encontrarás será el viento. Este contrincante invisible es un duro oponente, al cual hay que saber vencer con inteligencia y una buena dosis de observación, aprendiendo su lectura en el campo de tiro.

Debido al ligero peso y a la relativa baja velocidad de los balines de las armas de aire, incluso el más ligero viento que les empuje los desviara de la trayectoria. Esto significa que el tirador de Field Target deberá ser consciente constantemente de qué viento sopla y tener la habilidad, frente a la variedad de circunstancias que se puedan generar, para compensarlo.

Aprender y dominar el efecto del viento te dará una gran superioridad:

    • Los tiradores que no saben disparar bajo malas condiciones climáticas están psicológicamente derrotados antes de empezar. Es imposible que logren un buen rendimiento, mucho más difícil será que ganen.
    • Quien domina la técnica de tiro con viento tiene dos grandes ventajas, la primera es que sabe qué hacer y cómo lograr derribar el blanco en esas condiciones, la segunda es el aumento de la autoestima y la certeza de poder lograr un buen resultado.
    • Quien domina esta técnica es temido por los demás competidores otorgándole grandes posibilidades de ganar.

 

Si dispusiésemos de un entorno controlado y aplicásemos un viento exactamente de 1 Km/h a lo largo de toda la trayectoria para tener una referencia, sería más fácil conocer cómo afecta el viento al balín. Dado que estos medios no se encuentran a nuestro alcance, tendremos que ayudarnos de los programas balísticos para predecir lo que le sucederá a nuestro balín con un viento dado.

La primera idea que se nos ocurre habitualmente, es conseguir un anemómetro para medir la velocidad del viento, pero desafortunadamente el viento no es una constante en términos de velocidad, posición, o dirección. Los datos obtenidos por los medidores realmente sólo serán válidos cuando el viento tenga una velocidad constante, la misma a lo largo de toda la trayectoria del balín, y desde la misma dirección. Si trasladamos los datos al programa balístico cuando las circunstancias no sean éstas, los resultados no coincidirán con las desviaciones observadas.

De forma distinta a otras disciplinas de tiro, no hay expuestas banderas de viento en el diseño del campo de tiro. Esto significa que debes aprender a usar los indicadores naturales para tener una idea de lo que esté pasando.

Ya que debemos afrontar esta dificultad, echemos un vistazo a qué pistas están disponibles. Un testigo en el arma (por ejemplo, un pedazo de hilo colgando de la punta del cañón) te dirá qué está pasando, en cierta medida, en el sitio donde estás. Creo que la sensación del viento en la cara y el sonido son buenos indicios. Si puedo sentir una brisa, sé que hay un viento aproximadamente de 2 Km/h y puedo juzgar si viene de la izquierda o la derecha. Otras pistas son las hojas, la hierba, y cualquier otra cosa móvil afectada por el viento. La ventaja de éstas consiste en que están situadas a lo largo de toda la trayectoria de tiro, de modo que puedes obtener pistas en cuanto al viento en el blanco y entre medio. Otra pista es sostener alta la cuerda de puesta a cero; si observas a lo largo de la cuerda, puedes ver si está encorvada a la izquierda o a la derecha. Es difícil “calibrar” la cuerda, pero al menos tienes una idea en cuanto a la media de la dirección del viento a lo largo de toda la trayectoria del balín.

Hay que ser consciente de que el viento es caprichoso, cambia muy a menudo y los modelos de comportamiento que creas haber encontrado fácilmente te pueden conducir a errores, por ello debes concentrarte y observar el entorno de cada blanco en concreto.

 

24.1 Los indicadores de viento.

 

   A continuación vamos a enumerar y dar una pequeña descripción de los más habituales que podemos usar como guía para poder estimar el viento:

1.- La vegetación. Hierba, flores, matojos, las hojas y las ramas en los árboles... Muchas veces las verás moviéndose de un lado a otro, pero ¿de dónde viene el viento? Si se tumban claramente hacia un lado es fácil, pero cuando bailan, si puedes, espera a que deje de soplar, mientras vigilas esa flor, o hierba, o rama, justo en el momento en el que se levante el viento ésta se moverá en ese sentido para luego ponerse a bailar a un lado y a otro. El primer golpe de viento es la señal.

En ocasiones, las hierbas y las hojas de los árboles parecen inmóviles con la distancia, pero si las enfocas con una buena magnificación podrás ver hasta sus más leves movimientos.

 

2.- El sentido del oído. El viento influye en los elementos del entorno intentando desplazarlos, pero éstos ofrecen una resistencia a su empuje, algunos se golpean, otros se agitan y vibran, produciendo unos sonidos característicos que podemos escuchar, subiendo de intensidad y frecuencia cuanto más fuerte y rápido sopla.

 

3.- El sentido del tacto. Al igual que el viento golpea a los elementos del entorno, también nosotros somos golpeados. A velocidades bajas (3 ~ 4 Km/h) puedes sentirlo en la cara indicándote la dirección de donde viene, cuando sube a unos 5 Km/h ya te rodea y puedes sentirlo a tu alrededor y con 7 o más puedes percibir un zumbido en el oído.

 

4.- La cuerda del blanco. Todos los blancos tienen una cuerda para ser rearmados y lo bueno es que siguen un camino muy similar a la trayectoria que llevará el balín. Podemos aprovechar a veces cuando cuelga visiblemente, o bien levantarlos con la mano para exponerlos al viento sin apenas tensión, dejándolos curvar por su peso, de esta manera y si colocas la cuerda frente a ti, puedes percibir desde el más leve desplazamiento de la comba si la alineas con un solo ojo mientras cierras el otro, hasta amplias hondas del hilo, la distancia, su fuerza, o en ocasiones figuras serpenteantes por vientos cruzados.

En las calles con pasillos de arbustos que se cruzan, primero se levanta la cuerda observando la comba para ver dónde y cuánto viento hay, a continuación se deja muy flojo el hilo y se suelta de golpe, pero suavemente, para ver hacia dónde se forman las hondas de los hilos.

Muchos tiradores han aprendido a estimar el viento usando la cuerda, pero también se han empezado a bloquear éstas con anillas o ramas para impedir hacerlo. Por otro lado hay que tener en cuenta que si bien hay cuerdas muy finas y sensibles al viento de baja intensidad como las de nockover, hay otras de mucho más gramaje que les cuesta bastante moverse. Hay que tener mucho cuidado con ello, y que no te engañe.

 

5.- La cuerdecilla o el hilo que colgamos en la carabina. En algún sitio, entre la punta del cañón y la mitad delantera del arma se puede colocar, sujetándolo solo por un extremo, un trozo lana, unos centímetros de plástico de cinta de casete o cualquier otra cosa similar y poco pesada que cuelgue, nos servirá de referencia para apreciar la dirección e intensidad del viento en el puesto de tiro. Igual que podemos aprender a estimar la velocidad del viento por la comba de la cuerda que tiene el blanco, el ángulo con el que se eleva nuestro hilo también nos aporta información, para ello y con la ayuda de un anemómetro puedes relacionar este factor con el de la velocidad (un amigo la tiene con un balín en la punta y a cada 4º de elevación le corresponde aproximadamente 1 km/h de viento). En determinadas ocasiones éste puede no servir de nada, incluso equivocarte, o ser fundamental. Debes tener en cuenta que solamente indica el viento que tienes donde estás y puede provocar que tu atención se centre en él y no observes el resto de los indicadores, por lo que has de considerarlo como uno más, pero ni el único ni el más fiable. En los recorridos boscosos suele ser poco útil, dado que el viento en el puesto de tiro y el que puede haber en la trayectoria del balín pueden diferir bastante, sin embargo, en grandes espacios abiertos y sin obstáculos es una gran ayuda.

 

6.- Tu aliento, y cualquier otra cosa ligera que poder lanzar. Hace tiempo era muy normal ver a algunos tiradores fumar más de lo habitual en plena competición, sobre todo coincidiendo con días de escaso viento. Lo que hacían era ver la dirección que tomaba el humo y cómo ascendía. A día de hoy lo más habitual es que no se permita fumar por riesgo de incendio, pero si hace frío se puede utilizar el mismo principio para observar el vapor de tu propio aliento. Esto te ayudará como un indicador más, sobre todo para velocidades de viento muy bajas, como pueden ser 1 o 2 Km/h.

Los vientos muy flojos son muy difíciles de detectar y también muy peligrosos, ya que en los blancos lejanos pueden suponer que el balín se desvíe de 1 ~ 1,5 cm, que sumados al resto de errores habituales, fácilmente da cocomo resultado errar el disparo. Lanzar trozos de hierba, hojas o un poco de la arena del suelo (siempre y cuando no molesten al compañero de al lado), puede ayudarte para salir de dudas para los primeros metros.

 

7.- La reverberación solar. Este efecto solo puede apreciarse cuando se reúnen determinadas circunstancias, hay sol y el suelo está algo húmedo, o existe un fuerte contraste de temperatura entre el suelo y el aire, y claro, tienes un buen visor.

Jugado con el paralaje y la mayor magnificación posible, lograrás darte cuenta de las corrientes térmicas que existen hacia la mitad del recorrido o por detrás del blanco, verás como de repente aparecen unas líneas que se desplazan hacia uno u otro lado ascendiendo desde el suelo. Es el aire que en contacto con el suelo que está siendo calentado por el sol y como si fuera humo sube, pero es arrastrado por esa brisa fresca que viene a reemplazarlo.

Las vaharadas además crean un efecto óptico que distorsiona la imagen del blanco, y por consiguiente no lo enfocamos bien, o creemos hacerlo bien pero los tiros se nos suelen ir altos. La respuesta al por qué está en la creación de esa imagen distorsionada del objetivo, con lo que erramos en la estimación de la distancia obtenida con el paralaje del visor…

 

8.- La lluvia. También tiene su lado positivo, ya que en muchas ocasiones la fuerza del viento disminuye y se hace más constante. La trayectoria descendente que tienen las gotas de agua es un gran indicador para saber de dónde viene el viento y su intensidad. Podemos llegar a distinguir incluso como hay líneas de lluvia que se cruzan debido a las diferentes corrientes de aire. Por cierto, el punto de impacto raramente cambia porque llueva.

 

9.- La puesta a “cero” antes de la competición. Realmente más que un indicador se podría considerar como un ajuste de los diversos indicadores. Los primeros disparos a las dianas no sólo sirven para comprobar si el arma y visor están centrados, sino también para “calibrar” tu apreciación del viento. En los disparos previos a la competición, durante el centrado, primero comprueba si los ajustes del visor son correctos, luego realiza unos pocos más para observar la influencia del viento, intensidad, dirección y cómo influye en el entorno, en la vegetación local, en cuánto te desvía el balín... Esta información es luego extrapolable en cierta medida (proporcional) a cada calle, aunque el blanco no esté ni en la misma dirección, o la intensidad de viento sea diferente.

Para comprobar la deriva, dispara varias veces a un mismo punto de una diana colocada a una distancia muy cercana, como a 15 metros, en la que la influencia del viento es escasa, con la máxima concentración y precisión para lograr hacer un mono-agujero. Una vez comprobada o ajustada, céntrate en una diana lejana que esté a una distancia conocida (40 ~ 50 metros) y comienza a dispar observando qué sucede mientras asocias los resultados con las sensaciones que percibe tu cuerpo, el sonido que hacen el viento, cómo lo sientes en la cara, en el cuerpo...junto con el resto de los indicadores, la reverberación, el movimiento de la hierba, hojas, etc. Con estos datos “resetéate” y reajusta mentalmente la influencia causa-efecto. Está claro que luego en el recorrido hay cosas que pueden cambiar, pero ya partes con una mínima base.

 

10.- Los impactos en el blanco. Cada blanco es un indicador específico de qué sucede en ese lugar concreto a través de la visualización de los resultados propios o ajenos y nos aportará siempre una valiosa información

A.- De los resultados propios: Si el blanco está recién pintado o tiene pocos impactos, siempre puedes y tienes que observar el resultado de tu disparo, aunque lo derribes. Si el impacto da en el frente y la ejecución fue perfecta, la desviación es el resultado de las circunstancias, pero si lo has derribado y estás dentro de tu tiempo tras haber disparado a todos los de la calle, levántalos y fíjate en qué parte de la zona de muerte impactó, con esto sabrás si la corrección fue óptima, escasa o excesiva.

B.- De los resultados ajenos. Cuando ya pasaron unos cuantos tiradores antes que tú por ese blanco, han dejado su “huella” tanto en los impactos fallados en la chapa como en la propia zona de muerte. Con esto, algunas veces puedes ver de forma muy clara la influencia del viento, como por ejemplo, si existe una concentración de impactos hacia uno de sus lados, lo que suele indicar una predominancia de viento lateral desde el lado opuesto, o si se aprecia una dispersión por toda la chapa que hay turbulencias o vientos muy inestables que cambian fácilmente de dirección y fuerza.

RECUERDA: ES SOLO UN INDICADOR COMPLEMENTARIO MÁS, NO DEBES DESCUIDAR LA OBSERVACIÓN DE LOS OTROS.

 

Veamos algunos ejemplos con más detalle en el siguiente dibujo:

disparar con viento

1.- Se pueden dar dos opciones:

a) Viento desde la parte derecha hacia la izquierda.

b) Vientos cruzados, pero la mayoría de los tiradores no se advierten el que viene de izquierdas. Los impactos que hay a la izquierda de la zona de muerte fueron disparos que “acertaron” justo en el sitio donde estaban apuntando, el segundo compensó la desviación causada por el primero y el balín fue “a su sitio”.

 

2.-¡¡¡Atención!!! Este blanco está en una zona con turbulencias. Hay que aguantar el disparo hasta que tengas el menor viento posible.

 

3.- En cuanto al viento puede ocurrir lo mismo que en el primer dibujo, pero observa otro detalle, los disparos están altos y esto puede ser por dos motivos:

a) Puede tratarse de un blanco colocado en un plano inclinado hacia arriba o hacia abajo.

b) Se produce un error en la telemetría del blanco. En este caso está a una distancia mayor de la estimada por la mayoría de los tiradores. Este tipo de error puede darse por muchos factores, como las condiciones de luz, pero también por no medir en el sitio adecuado, por ejemplo, si se estima sobre el cartel del número del blanco y éste está colocado varios metros delante…

 

¡¡¡La de trabajo que se toman algunos para clavar la perspectiva del cartel con el blanco!!!

perspectiva del blanco

La penumbra del bosque ayuda bastante en este caso... Como puedes observar, los blancos se aprecian bastante mal, por ese motivo, tanto en UK (BFTA) como en los Open, se tiene reglamentado que en zonas oscuras, el frontal ha de estar pintado de blanco o de amarillo.

 

Uso de los indicadores de viento.

 

Todos estos indicadores tienen una cosa en común: Son históricos, es decir, cuando ves el efecto del viento sobe el indicador, esa condición momentánea ya ha pasado.

Es siempre preferible leer las condiciones en los indicadores que hay situados a lo largo de la trayectoria hasta el blanco. Los indicadores de viento rápidos en el arma tienen el problema que están detrás del cañón y son históricos, sin embargo, son constantes (a no ser que se mojen) y son menos subjetivos que la sensación del viento en el cuerpo. Si el tiempo empeora o enfría, la percepción del viento fuerte es diferente y sus efectos pueden ser infravalorados. A menudo, la zona de práctica no se coloca en la misma dirección que el recorrido de la competición, así la nueva dirección del viento debe ser compensada para cada blanco.

El único indicador de viento en tiempo real, es un espejismo. Se encuentra en áreas abiertas, en días calurosos, cuando el suelo es calentado por la luz solar el aire en contacto con su superficie también se calienta, ascendiendo y formando ondas que se comportan como el humo, dando un efecto de cocción. Es un indicador excelente de la dirección e intensidad del viento, porque reacciona rápidamente a los cambios. Su desventaja es que no es frecuente verlo en bosques o desfiladeros y desaparece con vientos por encima de 30 Km/h. También causa la posición aparente de elevación del blanco, que conduce a bajar los disparos a los incautos.  Sin embargo, en campos abiertos, a veces puede ser el único indicador que tengamos. Es lo que mejor se ve a través del visor.

Este efecto no actúa sobre la trayectoria del balín pero tiene consecuencias negativas, tal vez deforme la imagen, produce efectos de refracción sobre los objetos, creando imágenes irreales en la dirección de las ondas, puede ser una dificultad añadida y al mismo tiempo una ayuda.

    • En ausencia de viento o con un vierto que sople en la dirección tirador-blanco, se elevan verticalmente. 

Si sopla lateralmente, las ondas se mueven en el sentido del viento y más o menos inclinadas en función de su intensidad, siendo fácilmente observable en un día despejado. 

vaharadas

Si las vaharadas flotan hacia la izquierda, el viento está soplando desde la derecha. Podrías averiguar desde donde sopla exactamente si movieses lentamente el visor hacia la derecha, llegará un momento en el que el vapor asciende verticalmente, en ese instante, la dirección en la que apuntas es la dirección desde la que está soplando el viento. Este sistema es muy peligroso, ya que probablemente acabarías apuntando hacia algún compañero y por tanto no es nada recomendable probarlo, salvo que estés tu solo en el campo de tiro.

Cuanto menos pronunciadas son las ondas de vapor, mayor es la velocidad del viento. Por ejemplo, con 20 Km/h, sólo se verían ligeras ondulaciones. Cuanto más espesas son las vaharadas, mayor será la humedad relativa, y cuando ésta aumenta, también lo hace la densidad del aire, provocando una mayor caída del balín.

 

24.2 Tratando con el viento.

 

   Un mejor coeficiente balístico (la capacidad aerodinámica del balín) retrasará y disminuirá la acción del viento en la desviación del mismo. Así pues, el que un tipo u otro de balín se vea más o menos afectado dependerá de éste parámetro y del tiempo durante el cual sea influido, no del calibre.

Debido al hecho de que el balín está girando, el viento no desvía el tiro solamente a la izquierda o a la derecha, hay un cambio vertical, aunque muy pequeño (la mayoría de las veces inapreciable) en el punto de impacto que depende de la velocidad del balín y de la fuerza del viento, es conocido como el efecto BERNOULLI.

    • Un viento de las 3 desvía el balín hacia la izquierda y hacia arriba.
    • Un viento de las 9 desvía el balín hacia la derecha y hacia abajo.

Muchos tiradores de la élite del Field Target discrepan sobre el grado en que esto afecta al balín. La única forma de que estés seguro, es disparar a una diana de papel desde una posición descansada, en condiciones de viento variadas y ver cómo y cuánto varía el punto de impacto para tu propia combinación de carabina y balín.

Por mi experiencia personal, raramente se aprecia este efecto a las distancias a las que se encuentran nuestros blancos. Normalmente la variación de altura se produce cuando el viento no es totalmente horizontal, sino que incluye también una componente vertical debido a la orografía del terreno, por ejemplo, cuando a derecha o a izquierda de la trayectoria existe un desnivel como una ladera, o bien el blanco se encuentra muy cerca de un terraplén.

Otro de los errores habituales es sobreestimar la influencia en la trayectoria cuando el viento viene de cara o de espalda. 

Si bien es cierto que se produce una desviación, ésta suele ser tan pequeña que puede despreciarse en la mayoría de los casos. Los vectores de fuerza se aplican en la misma dirección de la trayectoria, siendo el resultado equivalente a una variación en la velocidad de salida del balín en situación de calma, aumentando o disminuyendo según el caso. Haciendo la conversión de Km/h a m/s obtenemos una visión más clara, por ejemplo, 11 Km/h = 3 m/s. Unos balines con velocidades de salida ±3 m/s con respecto a otro de referencia, impactarán a 50 m con una desviación de altura de aproximadamente ±5 mm respectivamente. 

influencia del viento en la trayectoria

Un golpe de viento cerca de la boca del cañón generalmente tendrá un efecto más acusado que  cerca del blanco. Esto se debe a que en el inicio del viaje del balín, una misma desviación será magnificada por la distancia recorrida.

 

Unos puntos importantes para reflexionar e ir recordando:

 

- No es lo mismo saber que conocer, el conocimiento solo lo consigues viviéndolo y descubriéndolo tú mismo. Implícate entrenando “el viento”.

- El aire es un fluido, tal vez poco denso, pero con una determinada masa y el viento es simplemente esa masa en movimiento. Al moverse esta masa a medida que viaja el balín a través de ella, también se ve desplazado con ella, produciendo un cambio de dirección en su trayectoria inicial. Se verá afectado de diferente forma según la dirección de donde provenga, al recibir una serie de pequeños choques direccionales continuamente según avanza dentro de la misma. Es un caso práctico de esas clases de física en las que te explican que una partícula impacta con tal ángulo y velocidad sobre un objeto, alterándose el movimiento de éste por un vector de fuerza “x” procedente de la trasmisión de parte de la energía de la partícula que le alcanza.

El comportamiento del aire en movimiento es como el de cualquier otro fluido, como el del agua recorriendo el cauce del rio, más rápido por la superficie central, donde no tiene obstáculos, más lento por las orillas y el fondo. Cuando se encuentra una piedra por el medio, se desvía, rodeándola. Cuando el cauce se estrecha, aumenta su velocidad... Esto quiere decir que salvo que nos encontremos en una amplia zona llana, sin ningún obstáculo, tales como árboles, plantas, rocas, etc., la influencia no va a ser uniforme a lo largo de la trayectoria.

La combinación de ambos conceptos, los múltiples impactos, más cantidad cuanto mayor es la distancia que nos separa de nuestro objetivo y cómo se comporta, por dónde y con qué fuerza llegan esos choques en cada punto que recorre el balín, determinan cual será el resultado final.

Los programas balísticos determinan los resultados según las características propias de tu equipo (arma y balín), el ángulo de incidencia y la velocidad del viento, incluso algunos permiten ajustar los cálculos dividiendo la trayectoria total en distintas secciones, cada una con sus peculiaridades, esto te puede ayudar a desmitificar algunos tópicos, pero solo te aporta una visión desde la comodidad de tu casa, realmente la habilidad se adquiere a través de la observación y la práctica, de esa forma irás relacionando a qué velocidad de viento corresponde cada efecto que ves en las hojas de los árboles, las hierbas, el sonido, etc.

- La habilidad en todo esto es determinar el ángulo y la fuerza con la que incide el viento, pero esto puede y de hecho suele variar en cada instante y a lo largo de la trayectoria, difiere por los obstáculos que se encuentra a su paso y por la causa que lo originó.

- Un viento de cara o de cola no desvía la trayectoria del balín, sólo  alarga o acorta el “tiempo” que necesita para llegar al blanco. Así, la fuerza de la gravedad tiene un tiempo mayor o menor para actuar sobre el balín. Si el viento es de cola, el empuje recibido suele afectar poco a su trayectoria, sube el punto de impacto pero poco, sin embargo, si el mismo viento viene de cara, el punto de impacto baja de forma más acusada.

- Una vez que se ha producido un cambio de deriva en la trayectoria, si cesa el viento, el balín nunca volverá por sí solo a la trayectoria anterior, ni mantendrá una paralela, seguirá la nueva que será divergente. En tiros a blancos lejanos (en el modelo perfecto del viento, a igual velocidad del mismo), cuando el viento sopla por zonas y no en toda la trayectoria, si es afectado en la primera mitad del viaje su desviación final será mucho mayor que en la última, a pesar de que el balín viaje a una velocidad menor y se encuentre dentro de la masa en movimiento durante un plazo de tiempo más largo.

- El viento suele ser muy caprichoso y pocas veces sopla de forma perfecta en los ejes longitudinal o transversal con respecto a la posición que ocupamos.

- Muchísimos tiradores disparando dentro de una galería son capaces de agrupar en menos de 2 cm a los 50 metros, pero en competición, si hay viento ¿a dónde apuntas? Descubrir qué te dice a dónde tienes que llevar la cruz es la clave….esos son los INDICADORES.

- Una tendencia muy habitual, sobre todo en competición, por el estrés o los nervios, es centrarse en lo que se ve por el visor, olvidando observar el entorno y esto te puede llevar a errar tiros fáciles.

- Para indicar la dirección del viento el sistema más utilizado es el del reloj, en donde el balín estaría situado justo en el centro de él, por donde se sujetan las manecillas y desde la posición de cada número vendría el viento. En el sentido de avance, la trayectoria sería una línea que cruza del 6 al 12. Si piensas en el punto de partida, la boca del cañón estaría en el centro.

En el siguiente dibujo puedes ver cómo influye en la desviación del balín según de donde venga. Si es perpendicular a la trayectoria (90º y 270º), se producirá la mayor desviación horizontal para esa condición de viento (xx Km/h), pero si el ángulo de incidencia es diferente, irá en disminución hasta que sea nula.

 influencia del viento en la trayectoria

 

 

Existen unos factores de corrección con respecto a la desviación máxima, según de dónde venga el viento, pero eso lo veremos un poco más adelante.

influencia del viento en la trayectoria

 

24.3 Aprendiendo a disparar con viento.

 

   Muchos tiradores que disparan con armas de fuego miden o estiman el viento, entonces modifican el sistema de puntería para compensar esas condiciones. Aunque esto funciona bien en algunos casos, no está recomendado para tirar en Field Target. La variedad de factores, altura, distancia, ángulo y orientación de la situación del blanco, significa que los cambios en el visor causarían confusión y los consiguientes errores en el ajuste. En FT se utilizan casi exclusivamente los visores telescópicos, permitiendo que “apuntar fuera del blanco” se realice con mucha mayor precisión que con las miras abiertas utilizadas en otras disciplinas. 

comportamiento del viento

Disparar con viento es siempre más arte que ciencia. Esto se debe a la amplia gama de factores que influyen en el balín una vez que deja el cañón, en combinación con los medios muy subjetivos que utilizamos para analizar lo que está sucediendo.

Lo primero que debemos recordar es que el viento, ante los obstáculos, se comportará de igual forma que el agua de un arroyo ante una roca, desviándose, variando su velocidad, creando remolinos y efectos extraños. Debemos tenerlo muy en cuenta para poder realizar un disparo preciso, ya que, según el sentido y/o ángulo con el que nuestro balín atraviese un mismo remolino la desviación puede ser una u otra, mayor o menor.

Para identificar la intensidad y efectos del viento en la trayectoria del balín hay múltiples sistemas que básicamente se reducen a la observación de sus resultados en el medio.

Existen dos métodos que tienen muchos puntos en común, la práctica a base de ensayo y error, digamos que es básicamente intuitiva, y el entrenamiento desde una base teórica, practicando luego hasta adquirir la experiencia necesaria para que salga de manera intuitiva.

El entrenamiento y aprendizaje consta de 3 etapas:

 

corrección del tiro con viento

1ª Etapa.

Utiliza dianas de papel situadas a distancias conocidas y deliberadamente dispara cuando el viento es más fuerte y más débil para observar la desviación lateral causada por cada una de esas condiciones en ese lugar.

 

2ª Etapa.

Aún sobre las dianas de papel, dispara esta vez para tratar de obtener los impactos centrados en la diana, es decir, haz correcciones en deriva para las distintas condiciones de viento.

 

3ª Etapa.

Ahora inténtalo sobre los blancos de FT. Relaciona las correcciones realizadas sobre las dianas de papel con el tamaño de la zona de muerte para “apuntar fuera”.

 

(Apuntar fuera de la zona de muerte a causa del viento se hace mucho más fácil si la retícula del visor está graduada con puntos o líneas. Una retícula duplex normal tiene varios puntos que se pueden utilizar para dar una medida de cuánto estás apuntando fuera del borde, sin embargo, gran cantidad de visores disponen de retículas con múltiples circulitos y líneas, dan muchos más puntos de referencia, de hecho, se han desarrollado retículas por encargo, con puntos que corresponden al ancho de la zona de muerte a una distancia específica, para estandarizar más allá el procedimiento de corrección. Todas estas retículas pueden ser útiles, pero son sólo tan buenas como tu capacidad para juzgar lo que está haciendo el viento y aplicarlo a tu particular combinación de carabina y balín).

 

Este sistema te puede llevar a dominar el viento, pero los resultados llegarán tras años y muchísimas pruebas, o si eres un poco holgazán, será a base de ir a muchas competiciones como irás aprendiendo. Los resultados se pueden acelerar gracias al segundo método: Partir de una base teórica, asimilando unos pocos conceptos, un entrenamiento guiado  y practicar hasta que te salga de manera intuitiva.

La parte teórica has de obtenerla a partir de los resultados que puede aportarte un programa balístico; primeramente observa con atención los datos de la desviación calculada para un viento determinado y constante a lo largo de toda la trayectoria, busca los patrones y memorízalos o anótalos (más adelante veremos algunos), luego dedícale algo de tiempo a ver qué sucedería si hubiese obstáculos y el viento solo afectase al balín en un tramo o hubiese vientos cruzados. Ver los resultados de forma gráfica te hará comprender rápidamente qué ocurre, simplificándote mucho el trabajo. A continuación tienes que aprender a cuantificar la fuerza del viento, lo mejor para ello es contar con la ayuda de un anemómetro (hay algunos bastante asequibles, desde unos 12 0 15 € tienes modelos de bolsillo en eBay).

anemómetro

Algunos modelos de anemómetros digitales de bolsillo.

 

Bien, ya comprarse el anemómetro. Para que funcione bien (salvo los modelos de cazoletas) y su lectura sea la correcta, tienes que orientarlo en la misma dirección que viene el viento.

Si dejas colgando del anemómetro un hilo o cuerdecilla idéntico al que está colocado como indicador en la carabina, te será mucho más fácil orientarlo con exactitud y además podrás ir relacionando la velocidad del viento con los distintos ángulos de elevación de la cuerda, convirtiendo el hilo en un instrumento más preciso de medición.

Ya conoces todos los indicadores, antes los mencionamos, ahora observa a tu alrededor y fíjate en ellos. Al igual que en la cuerda, puedes observar el efecto de esa fuerza concreta de viento en todo mientras lees el dato en pantalla, tanto de lo que se mueve y cómo lo hace, como de lo que no, sin olvidarte de sentir su efecto en tu piel, escuchar su sonido... Practica con esta herramienta para aprender. Al igual que cuando sacaste las distancias de paralaje en tu visor para luego poder estimar la distancia al blanco, de la observación de los indicadores podrás estimar la fuerza del viento y de ahí a los datos de corrección necesarios, obteniendo una mayor precisión y aumentando las posibilidades de acertar el blanco. Esta es una de las claves “secretas” para tener éxito en Field Target y en Hunter Field Target.

A diferencia de las marcas en tu rueda de paralaje, el uso de un anemómetro o de un programa de cálculo balístico durante la competición no están permitidos, por lo que tendrás que memorizar la relación entre los efectos, la velocidad del viento y la corrección, pero nada te impide que lleves una chuletilla con cualquier tipo de anotaciones al respecto.

 

En cualquier caso, como diría un amigo mío: ¿Ves por la ventana de tu casa que hay viento? Sonríe y vete lo antes posible al campo de tiro.

 

La base teórica continúa viendo algunos números, cuantificando de la forma más exacta posible la desviación que se producirá con tu equipo para unas condiciones concretas. El tipo de balín, su peso, el coeficiente balístico con tu cañón, la potencia del arma, etc. son datos que ya has introducido anteriormente en el programa balístico para obtener la trayectoria, ahora solo tienes que ir colocando la velocidad del viento, su ángulo de entrada y seleccionar la tabla y gráfico del viento para ver los datos resultantes, esto te dará una idea de la deriva para cada caso, digamos que te puede servir como base para estimar cuánto hay que corregir si eres capaz de saber cuál es la velocidad del viento. Recuerda que el programa tomará el viento como un efecto constante a lo largo de toda la trayectoria, lo que raramente se suele cumplir.

Veamos un ejemplo utilizando el software de cálculo balístico ChairGun. En la casilla “Wind Speed” colocamos la velocidad del viento en Km/h, en la casilla de su derecha “Wind Angle” es por dónde viene (en grados), 90 corresponde a un viento perpendicular desde la derecha: 

chairgun

En la parte gráfica (a la derecha) puedes apreciar fácilmente cómo se va produciendo el desplazamiento horizontal para esa condición, en función de la distancia recorrida por el balín. En la tabla (a la izquierda), ese mismo desplazamiento en datos numéricos, con el avance metro a metro, y la desviación en centímetros, MOAs, DOTs, etc.

Como tirador tienes que calcular y recordar (o llevar anotada) la desviación en deriva para la combinación de potencia/balín que usas. Con un viento lateral que sea perpendicular (a 90 o 270º) y constante en toda la trayectoria, tendremos:

    • Para los JSB 4,5 Exact y Exact Express a 16 julios y a una distancia de 50 metros, se desvía ~ 1 cm en deriva con 1 Km/h, 2 cm con 2 Km/h, 3 cm con 3 Km/h…etc.…
    • Para los JSB 4,5 Heavy a 23 julios y a una distancia de 50 metros, la desviación es de 0,625 cm con 1 Km/h, 1,25 cm con 2 Km/h, 1,87 cm a 3 Km/h…etc.… así de sencillo.

Otros datos importantes: Cuando la distancia al blanco es un 10% menor, la desviación disminuye un 20% y cuando la distancia es un 30% menor, la desviación será la mitad. Así, a 35 metros (50 – 30% = 35) la desviación es la mitad que a 50 metros, sea cual sea la combinación potencia/balín que uses. Por tanto, a 35 m. para los JSB Exact y Exact Express y 16 julios, 1 Km/h de viento lo desplazará ~ 0,5 cm, con 2 Km/h se irá ~ 1 cm… etc., para el Heavy y 23 julios, con 1 Km/h, se desviará ~ 0,3 cm., 0,6 cm con 2 Km/h,… etc. Si vamos disminuyendo la distancia en pasos del 30%, tendremos que a 25 metros se irá la mitad que a 35, a 18 la mitad que a 25 y así sucesivamente. A estos datos, personalmente añado la distancia de 43 metros, que corresponde al 75% de la desviación total respecto a los 50 m.

Por tanto, podemos utilizar como referencias rápidas las distancias de 50, 43, 35, 25, 18 y 13 metros. De forma secundaria, tenemos las de 45, 39, 32 y 22 metros.

50 m.

100 %

25 m.

25 %

43 m.

75 %

18 m.

12,5 %

35 m.

50 %

13 m.

6,25 %

Distancia -10 % => Corrección –20 %

 

Veamos un ejemplo práctico de cálculo rápido:

 

Estamos disparando con JSB Exact a 16 J y tenemos un blanco con una zona de muerte reducida de 25 mm, un viento de 4 Km/h (muy común) y estimamos que está puesto en el límite de distancia, a 32 metros. ¿Cuál será la corrección que debemos aplicar?

 

Desviación a 50 m por Km/h ~ 1 cm, luego 4 Km/h ~ 4 cm.

A 35 m sería la mitad ~ 2 cm.

A 32 lo podemos aproximar como 35 – 10% de distancia, luego 2 – 20% =1,6 cm.

¡Ya lo tenemos! Es decir, habría que disparar aproximadamente 0,5 cm fuera del KZ, para que el balín fuera más o menos centrado.

 

La mayoría de los tiradores o no corrigen nada o corrigen demasiado, errando el tiro.

 

Nada funciona mejor que la práctica de disparar en condiciones ventosas para saber qué va a pasar con el balín. No hay sustituto de la experiencia cuando se trata de hacer frente al viento. Siempre tendrás casos donde te equivoques, pero cuanto más dispares en diferentes condiciones, más aprenderás y te convertirás en un mejor tirador. Los buenos tiradores se fuerzan en disparar en condiciones ventosas, cuando muchos lo consideran demasiado difícil para hacerlo bien.

La mejor manera de ganar experiencia es disparar a dianas de papel cuando el día es ventoso, colocándolas a distintas distancias, la mayoría de 20 a 50 metros. El efecto del viento en 20 metros o menos suele ser pequeño a no ser que sople “fuerte”, la influencia es mucho más notable cuanto mayor sea la distancia al blanco, por lo que la mayoría de tiradores concentran sus esfuerzos en los blancos lejanos, sin embargo, no descuides completamente los más cercanos, en particular aquellos que aparecen a veces con el agujerillo reducido.

Cuando tengas que apuntar 5 cm fuera a 50 metros para conseguir meter un balín en la zona de muerte, aprenderás cómo disparar bien en la mayoría de las condiciones.

Si “no tienes una pista verdadera” sobre el viento, una aproximación es apuntar al borde de la zona de muerte. Si estás bastante seguro que el viento viene de la izquierda, pero no mucho más, puedes apuntar al borde izquierdo de la zona de muerte y esperar lo mejor.

Por regla general, tendemos a sobre estimar el viento. A nivel del suelo, donde normalmente estás disparando, su velocidad es bastante más lenta frente a la que alcanza en el mismo instante en la copa de los árboles. Puedes escuchar muchos ruidos del viento (y tal vez sea de 25 Km/h por ahí arriba), pero abajo, donde estás disparando, quisiera dudar de que el viento sea mayor de ¡8 Km/h! Sólo haciendo un montón de disparos sabrás lo que está sucediendo realmente. Incluso entonces, algunas veces, es sólo una suposición, como los vientos de un túnel en la maleza o entre los árboles, puede estar soplando en una dirección donde estás sentado y en el otro extremo, donde se encuentra el blanco, sopla en sentido opuesto.

Espera a que haya un instante de calma o un viento constante. Es bastante difícil estimar la corrección con un viento cambiante, pero en condiciones borrascosas todas las apuestas son, por lo general, disparar fuera de la zona de muerte. Usa bien tu tiempo en la línea de tiro, incluso si estas siendo cronometrado, a menudo hay lapso suficiente para esperar a que mejoren las condiciones o incluso cese momentáneamente el viento.

Cuando dispares con viento aprieta el arma un poco más, ajustándola contra el hombro y hacia abajo, contra el brazo o la rodilla. Esto impedirá que la carabina se mueva bastante más. Probablemente será necesaria una determinada presión del gatillo, puede que no sea el momento, pero cuando creas que ha llegado el instante adecuado, haz un esfuerzo decidido para lograr el disparo. Cuando hay viento no es el momento para ser un perfeccionista, cuando tengas una oportunidad para disparar, ¡hazlo!

Si ves un montón de impactos fuera del centro (o fuera de la zona de muerte), estás viendo probablemente lo que el viento le hizo a los balines de tus compañeros de competición. Puedes usar esta información para compensar tu referencia en el visor con una cantidad proporcional hacia el sentido opuesto (de donde viene el viento).

 

La tabla del viento.

 

En competición, debido a la tensión del momento, los nervios pueden jugarte una mala pasada a la hora de hacer cálculos mentales. Otra alternativa que puede serte de gran utilidad es realizar una tabla con unos datos básicos ya calculados a partir de los resultados obtenidos en el programa balístico para tu caso. En el eje vertical puedes indicar la distancia, por ejemplo, cada 5 metros, en el horizontal especifica la velocidad cada 1 o 2 Km/h, y los datos correspondientes a esa condición, en el cruce de ambos ejes. Aquí hay tres opciones principales, anotar la corrección lineal en centímetros, la corrección angular, normalmente en dots (para la especificación concreta de tu visor) u ocasionalmente en miliradianes o fracciones de MOA si las marcas de tu visor están referenciadas de esta manera (son los menos), o en ambos sistemas.

tabla de corrección con viento

Tabla con la corrección en centímetros.

tabla de corrección con viento

Tabla con la corrección en mil-dots.

 

Si la velocidad estimada del viento es mayor a la que figura en las columnas, solo tienes que sumar o multiplicar el valor de éstas hasta alcanzar el resultado que necesitas. Por ejemplo, suponte que estimas un viento de 15 Km/h, el resultado sería la desviación de las casillas para la distancia a la que se encuentre el blanco a 10 Km/h + la desviación a 5 Km/h, o 7 Km/h + 8 Km/h, o 5 Km/h x 3, 9 km/h + 6 Km/h... El proceso es válido para ambos sistemas. Puede haber alguna décima de diferencia en el resultado debido a las centésimas que no aparecen en las casillas de las tablas, pero 1 milímetro o una décima de mil-dot son realmente irrelevantes.

La corrección con mil-dots tiene ciertas ventajas con respecto a la corrección en centímetros, ya que puedes apuntar con una referencia más precisa al centro de la zona de muerte, utilizando otro punto definido de la retícula en vez de su centro. Esto requiere un menor esfuerzo ocular y de concentración, ya que focalizas tanto la acción del disparo como el seguimiento en un único punto, al ser coincidentes el punto con el que apuntas con la zona de muerte, además te será más fácil apreciar dónde impacta el balín. La desventaja evidente se da con retículas en segundo plano focal, ya que la relación entre la magnificación y la corrección angular varía, lo que te obliga a utilizar siempre los mismos aumentos con los que calculaste la tabla. Un viento de elevada velocidad también te pondrá en aprietos, ya que te quedarás sin referencias en la retícula.

La corrección en centímetros es más complicada porque no hay nada que te diga con exactitud cuánto estás “separando” la cruceta, tienes que hallar una relación proporcional entre el tamaño de la zona de muerte y la desviación. Se necesita una mayor concentración por varios motivos, instintivamente tendemos a llevar el centro de la cruz hacia el punto en el que deseamos que impacte el balín y además, la atención tiene que dividirse al tener que estimar la separación entre dos puntos, pero a cambio ya no dependes de utilizar una magnificación determinada y el rango de corrección es bastante mayor, se extiende hasta la mitad del ancho del campo de visión.

Como resultado de las ventajas de uno y otro, muchos tiradores llevan una tabla con información de ambos métodos, utilizando el más adecuado en cada caso.

Ahora te toca a ti descubrir las referencias subjetivas para averiguar cuando hay 1, 2, 3, 4…Km/h. Como ejemplo tendrás que a unos 6 Km/h, cuando estás sentado en posición de FT, el arma quiere empezar a moverse por la acción del viento, esa es una señal. Descubre por ti mismo el resto, pero no olvides una cosa: todas las referencias que veas son “pasado”, es decir, lo que ves es el efecto de lo que el viento ha hecho hace un instante, y un segundo más tarde la “puerta” se puede cerrar.

Uno de los sistemas más sutiles es la sensación del viento en el cuerpo, brazos, cara, manos, y como no, el sonido, esas son referencias muy buenas y que son más cercanas al momento inmediato del disparo que el movimiento de las hierbas o balanceo de la cuerda de hace unos segundos.

Una buena técnica que te ahorrará tiempo es usar la tabla junto con un anemómetro, observar los resultados, tanto la desviación del balín como la influencia del viento en los indicadores e ir interiorizando toda esa información.

Recordemos que ésta es la teoría para un viento ideal que afecta perpendicularmente (entrando a 90º o 270º) y de forma constante al balín  en toda su trayectoria, pero estos casos son raros, solo se suelen dar en altiplanos o llanuras sin vegetación ni obstáculos naturales y además debe de coincidir la orientación del blanco, lo más habitual es, cuando menos, que el viento tenga otra dirección y si no se cumplen las condiciones descritas, el resultado puede cambiar mucho.

 

El ángulo de incidencia.

 

corrección con viento según el ángulo

Hasta el momento nos hemos centrado en entender los vientos constantes y perpendiculares a la trayectoria del balín y cuánto hay que compensar la deriva. Si la velocidad del viento es la misma, pero el ángulo con el que incide es diferente, hay que aplicar un factor reductor en esa compensación:

• Un viento que sople en la dirección de la línea de tiro (tirador-blanco) no se tendrá en cuenta a efectos de desviación en deriva de la trayectoria.

 

• Para un viento cruzado constante, que sople desde las 9 o desde las 3, se aplicarán las tablas correspondientes.

 

• Si el viento viene de los sectores 1 a 2, 4 a 5, 7 a 8, o 10 a 11, se puede realizar una aproximación aplicando el 60% de la corrección total.

 

• A los vientos procedentes del sector 12 ½ a 1, y sectores simétricos, se le aplicará un 30% de la corrección total.

Estas aproximaciones se pueden afinar más si conocemos con mayor exactitud el ángulo de incidencia del viento. 

Estas correcciones son de suma importancia, igual que las tablas que hemos visto con anterioridad y también es muy conveniente que las lleves anotadas junto a éstas.

Desviación respecto a la perpendicular (90º):

Dirección del viento

(comparación con esfera de reloj):

Corrección respecto a la desviación máxima:

±0º 

90º (Desde las 3 o las 9 horas)

-0% (Afecta el 100% del total a 90º)

±15º

75º y 105º (Desde las 2½ o 3½)

-5% (Afecta el 96% del total a 90º)

±30º 

60º y 120º (Desde las 2 o 4 h.)

-15% (Afecta el 86% del total a 90º)

±45º

45º y 135º (Desde la 1½ o 4½ h)

-30% (Afecta el 71% del total a 90º)

±60º

30º y 150º (Desde la 1 o 5 h.)

-50% (Afecta el 50% del total a 90º)

±75º

15º y 165º (desde las 12½ o 5½)

-75% (Afecta el 24% del total a 90º)

A algunos tiradores les resulta más sencillo verlo gráficamente, orientando el viento sobre las horas de un reloj, como la imagen adjunta: 

 

Cuando el viento no es constante a lo largo de la trayectoria.

 

La dificultad será mayor para estimar la desviación si el blanco está colocado en zonas ajardinadas que forman laberintos, zonas con muchos o pocos árboles, zanjas o terraplenes con blancos puestos en la parte superior o inferior de éstos. Los arbustos paralelos a la trayectoria del balín, si está colocado en el fondo de una zanja o a lo largo de una ladera, pueden estar parando casi todo el viento lateral y tal vez no tengamos que corregir apenas por mucho que el viento sople por encima, un metro más arriba…

El siguiente paso consiste en entender algunos conceptos fundamentales sobre la desviación del balín cuando no es afectado por un viento uniforme durante toda la trayectoria o existen vientos cruzados.

Buscar situaciones reales en las que poder reproducir cada circunstancia, cada combinación, es inviable, tendrás que confiar nuevamente y ayudarte de algún programa balístico que te permita trabajar con distintos efectos del viento simultáneamente.

A partir de la versión 4.x, el ChairGun dispone de una nueva herramienta de cálculo que permite tratar el viento por secciones, permitiendo segmentar la longitud de la trayectoria hasta en cuatro partes, con las distancias que queramos para cada una y también asignarlas una velocidad distinta de viento. 

chairgun y cálculo con viento

 

   En resumen, como tirador debes estar preparado para calcular las distancias a las que pueden estar los blancos y además debes ser capaz de estimar y saber corregir los efectos del viento. Para ello deberás emplear la observación y la anotación sistemática de las consecuencias del viento en las más variadas condiciones. 

 

 

 

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