Retoque en la válvula de la Crosman 2260

Autor: Miguel Ángel Bejarano “Killo”

  Como el día se ha levantado lloviendo, y no tenía nada mejor que hacer, me he dedicado a toquetear la válvula de la 2260 para sacarle algo más de potencia. Era algo que no me entusiasmaba demasiado hasta que tuviera el bulk, pues si antes conseguía solamente diez tiros útiles por cada botella de CO2 de seguir modificando seguro que me quedarían menos (ahora sólo ocho tiros útiles). Creo que después de lo que le he hecho ya no queda más posibilidad de tuning sobre ésta válvula, y aun así sólo he conseguido 18´5 Julios. No es que me parezcan pocos (son bastantes), lo que me ocurre es que no termino de entender cómo hay gente que ha conseguido llegar a los 24 Julios.

  Las modificaciones han consistido en recortar la rosca e incrementar la profundidad interior de la pieza (para conseguir mayor volumen de gas en la válvula),

efectuar un rebaje en el vástago de la aguja, para permitir una mayor fluidez del gas hacia el puerto de trasferencia,

aumentar el diámetro del puerto de transferencia de la válvula, fresar a 45º su interior para optimizar la velocidad de salida del gas (ahora ajusta al 100%) y sellarlo con teflón (originalmente el puerto de transferencia no sella con la válvula, sino que asienta sobre ella).

Estos son los datos arrojados por el Chrony (repetidos durante tres series, son muy similares):

El muelle que empuja el martillo es de mayor tamaño y grosor para ejercer más fuerza en el golpe. Tanta fuerza que si se me ocurre disparar con la botella totalmente vacía la aguja de la válvula queda incrustada en ella, siendo necesario desmontarlo todo para poder despegar la botella de la válvula.

  Si vas a trabajar con un bulk lo único aconsejable a modificar es el puerto de transferencia (a 45º y algo más ancho) y cambiar el resorte de la aguja por uno más blando pero que selle bien. Modificar el primer cuerpo de la válvula no merece la pena, pues si trabajas con un bulk es éste quien hace de primer cuerpo de la válvula.

  Cuando trabajamos con botellas de CO2 el primer cuerpo de la válvula es el que recibe al gas a modo de depósito, y cuando el martillo golpea la aguja, haciéndole avanzar, su punta sella contra la botella y sólo pasa al puerto de transferencia el CO2 que previamente habíamos almacenado en el primer cuerpo de la válvula (de ahí la importancia de modificar el volumen interno). Si trabajamos con bulk el primer cuerpo de la válvula y el propio bulk son una pieza solidaria, luego la aguja nunca sella la unión entre ambos y mientras la aguja permanezca abierta siempre estará pasando gas. Esta es una válvula para el bulk.

Como ves en la siguiente fotografía ni siguiera existe aguja; tan solo el vástago donde golpea el martillo y el anillo de asiento para el cierre (que no tiene la aguja que perfora las botellas aunque con ella también funcionaría igual).

Cuando lleno el bulk los tres primeros disparos parecen una ametralladora -amartillo, disparo y suena TTTRRRRRRT- pues la válvula no logra cortar el paso de gas, permaneciendo abierta al menos un segundo (y por supuesto, desperdiciando gran cantidad de CO2). En fin, cuando lo tenga "fino" ya contaré el proceso.