Limpieza de cañón

Autor: Manuel Ferrán “Mjfa”


 

  Las armas de aire se limpian muy esporádicamente. Recibidas de fábrica se les debe limpiar el cañón para remover la grasa protectora y, regularmente, cada 500 a 2000 disparos (cuanto más potente, más frecuente) o cuando notamos merma en la precisión. También si la vamos a dejar guardada por un periodo largo de tiempo (meses) y luego cuando la volvamos a usar.

  Cuando limpiamos el ánima del cañón de un arma neumática debemos tener presente que el metal y estriado del mismo son delicados y frágiles. Por este motivo debemos hacerlo cuidadosamente y utilizando los productos y artículos adecuados. Nunca debemos utilizar piezas metálicas, cepillos, abrasivos ni solventes utilizados para las armas de fuego; esto destruiría prontamente el rayado. Siempre debemos limpiar desde la recamara hacia la boca del cañón para evitar dañar la corona.

  De los productos y artículos de limpieza existentes, con los que mejor resultado he obtenido son Goo-Gone (desengrasador doméstico), aceite metalofílico Beeman MP-5, una bayeta blanca 100% de algodón y monofilamento de nylon de 1 a 2 mm de diámetro.

Limpieza de cañón

Se corta un pedazo de un metro de largo del monofilamento de nylon, se calienta con fuego un extremo para formar un bolita como de 3 mm de diámetro, y se aliza contra una superficie plana antes de que endurezca. Utilizando lija fina #150 se calibran y suavizan los bordes para que entre en el cañón con solamente un mínimo de fricción. El otro extremo del metro de monofilamento de nylon se corta en ángulo agudo para formar una punta aguzada.

Limpieza de cañón  

De un pedazo de bayeta blanca 100% de algodón se recortan unos pedacitos cuadrados de aproximadamente 30mm (el tamaño será de acuerdo al calibre del arma, para que al pasar el parcho ofrezca suficiente resistencia pero sin que se atasque). Estos serán los parchos que limpiarán y lubricarán el ánima del cañón al ser montados en el monofilamento, atravesándolos con la punta aguzada y asentándolos sobre la bolita en el otro extremo.

Limpieza de cañón

Se monta un primer parcho en el monofilamento y se le ponen dos gotas de Goo-Gone. Se introduce la punta aguzada del cordón por la recámara y se empuja hasta sacarla por la boca del cañón. Luego se va halando la punta asomada por la boca del cañón, para ir pasando el parcho con desengrasante por el interior del cañón.

Limpieza de cañón  

De acuerdo a lo sucio que salga el primer parcho será necesario, o no, pasar un segundo parcho con desengrasante. Después habrá que pasar una sucesión de parchos secos, uno a uno, hasta que salgan secos y limpios.

Limpieza de cañón   Limpieza de cañón

Una vez limpio, se pasará un nuevo parcho con dos gotas del aceite metalofílico para lubricar y proteger el ánima. Si el arma va a ser guardada por meses, aquí acaba el proceso. Si el arma será utilizada dentro de unas horas, días o semanas será necesario pasar otra sucesión de parchos limpios, uno a uno, hasta que salgan secos y limpios. Si fuere necesario, repetir el proceso completo.

  Recuerde que el cañón recién limpio necesitará de unos cuantos disparos (ensuciar un poco con balines de plomo) para obtener su máxima precisión. ¡Buena suerte y puntería!.

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