Blancos para plinking

Autor: Óscar González “Suarpi”


 

  Estimados amigos. Os presento a continuación algunas ideas para hacer con algunos de esos elementos que todos tenemos en casa, pero que no sabemos muy bien qué hacer con ellos. Algunos ya os resultarán familiares a los que me conozcáis. Al resto os aseguro, pese a lo que veáis en estos cuatro montajes, que no padezco el síndrome de Diógenes…

 

La diana "Canónica"

  Para los que maldecís el canon digital cada vez que se os estropea un CD o un DVD os presento un montaje fácil y divertido para toda la familia. Materiales:

  • Cedeses y deuvedeses estropeados.
  • Gomets verdes, redondos y grandes (material escolar de parvulario).

La gracia, claro está, es acertar en el centro, perforando el gomet, y sin pulverizar la frágil diana, que es lo que ocurrirá si fallamos el tiro.… Y si esto ocurre, pensad en que habremos amortizado el canon digital con la satisfacción de un tirito espectacular y divertido. Eso si, sed ecológicos y recoged los cachitos…

 

La diana "Tómbola"

  Con la idea de usar las botellas de CO2 vacías para algo más que para tirarlas a la basura, nació este concepto.

  Cierto día pude observar detenidamente el cazabalines de botellas de CO2 del amigo Tomahawk e incluso comprobar sus excelencias. Se trataba de una caja rectangular, parecida a la diana de péndulos de Gamo, pero en la parte superior habían sido colocados una serie de ganchos de alcayata tipo L, y en cada botella de CO2 usada, aprovechando el agujero del pinchazo típico de la misma, había insertado un gancho alcayata tipo O. Así pues las botellas quedaban colgadas y se balanceaban o incluso caían al ser disparadas. En la parte inferior de dicha diana reposaban una serie de botellas puestas de culo, ofreciendo un blanco más reducido.

  Lo primero que pensé fue cambiar los ganchos de alcayata por imanes, ya que la botella es de material ferromagnético, pero después decidí hacer mi propia diana de botellas. Además, por pura casualidad disponía de un elevado número de imanes de neodimio con un diámetro similar al del cuello de las consabidas botellitas de CO2 de 12 gramos.

El “conceto” es el “conceto” (de la película Airbag). Y el “conceto” no es otro que disponer de un sitio imantado e individualizado donde colocar el imán, y por ende la botellita de CO2.

  Usando unos viejos bolígrafos dispuestos a morir por la causa y un cortador de tubos, se obtienen varios trozos de plástico que agarrarán las botellas. Luego se ponen alrededor de un tornillo para darle forma de “aspas” y la gracia consiste en disparar a la veleta que forman, y sacarla del macho del tornillo lo antes posible, a ser posible antes de que lo hagan los demás. Veamos el corazón del engendro.

 

Bolis destruíbles.

 

Imanes en una tuerca (caras alternas).

     
 Tras pasar por el cortatubos.   Comprobación.
     
Embutimos el imán.   Comprobamos en la tuerca.
     
Comprobación de profundidad.   Dos iguales para hoy.
   

Recibimos el conjunto con masilla Pattex.

Comprobamos que la tuerca gira en torno al perno.

 

Ahora sólo necesitamos atravesar con un tornillo largo cualquier diana para obtener una divertida aspa que girará en cada disparo. Cuando las botellas de CO2 estén muy dañadas pueden sustituirse fácilmente, ya que sólo están sujetas a los tubos por imanes. También pueden pintarse de vistosos colores fosforescentes. ¿Quién sacará el aspa del tornillo?. Mientras uno dispara en un sentido otro puede disparar en el contrario y entorpecer su giro; diversión asegurada. Y por si os preguntabais qué se puede hacer con esto, os dejo otra idea para un carrusel de botellas.

 
 
 
 
 

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